En el tiempo que llevo en el mundo del amor y las bodas, he visto que un elemento del que muy pocas novias prescinden es el velo. Su uso se remonta al imperio romano, el color solía ser el púrpura e iba adornado con flores. No fue sino hasta el siglo XVIII en Francia e Inglaterra, que el velo de novia adquirió el blanco que no es tan familiar hoy día
Virtud y Virginidad…
…son algunos de los elementos que le dan significado al color blanco, otros elementos como modestia e inocencia son también asociados a este color y al sentido del uso de este tradicional accesorio.
Cuestión de estilo
El largo es una de las categorías que definen el velo de novia. Cuando su dimensión se extiende de dos a tres metros de longitud se denomina velo catedral, usado con una cola de la misma dimensión.
Una opción ligeramente más corta es el velo capilla, estos acompañan frecuentemente vestidos de cola más corta. Ambos velos son para bodas de gran envergadura, ostentosas y tradicionales.
Los velos de corte medio evocan la época de los 70s, algunos van a la altura de la pierna o el brazo, lucen especialmente bien con trajes cortos y más modernos.
Si por el contrario piensas usar un estilo más vintage, podrías considerar un velo corto, no sobrepasa la altura de los hombros y evoca la década de los 50s.
¡No debes olvidar!
– Usa un velo corto si decides llevar el cabello suelto o recogido en un peinado bajo.
– Tu velo debe salir del peinado si: tu cabellera es larga y el peinado es muy elaborado.
– Tu velo debe salir de la parte delantera de tu rostro si: tu cabello es corto.
Pero lo más importante de todo es lo que sentirás en ese mágico momento en el que el novio develará tu rostro y reconocerás el amor de su mirada.
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